Relatos

Aprendiendo a decir adiós, sin quererlo…

Cuando llevas años en un mismo círculo vicioso de idas y venidas, empiezas a ver venir las cosas sin necesidad de que te avisen. Empiezo a pensar que puedo montar una consulta de clarividencia, por que rara vez me suelo equivocar… y hasta da rabia ver las cosas tan claras, es aterrador.
Supongo que he aprendido a decir adiós sin necesidad de que me despidan, sabiendo en que momento tengo que marcharme de la vida de la gente, haciendoles ese trago mucho más llevadero. Durante muchos años hasta para mi familia parecía una molestia, llendo desde jovencita de una casa a otra como pelota de ping-pong, para finalmente coger mis maletas e irme a hacer mi vida…
Que poca diferencia hubo cuando me independice, poco más de tres años he estado en la misma casa, parece ser una constante en mi vida, parece que es lo máximo que el mundo y yo toleramos de relación «sin problemas», algunos han definido esto: como mi continua huida de la vida.
Puede ser no lo niego, no lo se…
Siempre he tenido muchos cambios en mi vida, primero era por la separación de mis padres, después por rebeldía, más tarde por me sentía incomprendida y por que era una niña, una niña con falta de amor propio y de los demás… Luego más adulta, las personas se iban de mi lado o yo las acaba echando, incluso huyendo de cualquier vínculo más fuerte de lo que para mi era tolerable.
Con mis padres he conseguido encontrar una relación que para mi es sana, a mi padre he aceptado que es tan simple como que no lo quiero en mi vida, ni para lo bueno, ni para lo malo… y con mi madre, todo va mucho mejor, somos capaces de hablar y entendernos, es uno de mis grandes puntos de apoyo, el problema viene ahora, vivimos juntas y eso deteriora mucho nuestra relación, es complicada….
Con mis parejas, bufff tema peliagudo… Supongo que ha habido de todo, desde sentirme como una madre para ellos, sentirme sola, no poder respirar por no poder demostrar lo que sentía, agobiada por tener que coger compromisos que me obligaban a sentirme atada… En fin de todo!.
Cada historia ha sido distinta, cada una ha dejado al descubierto para mi, una vulnerabilidad de la que no era consciente y que he tenido que aceptar y reparar…
Hace poco que he tenido que decir adiós otra vez, y esta vez no ha sido tanto tiempo, lo he visto venir casi al instante y la verdad que la sensación sigue siendo horrible ¿tan pronto? ¿cada vez es más rápido?  ¿por que las personas son tan sumamente egoístas? ¿por que tengo que tomar yo una decisión que no quiero?.
Estoy cansada de estar continuamente, cogiendo el toro por los cuernos… Me encantaría poder encontrar a personas que no esperaran, ser el centro del universo y que abrieran un poco los ojos y vieran lo que tienen delante, que vieran que lo único que pido es que me valoren como hago yo con ellos.
Las personas no saben valorar los detalles, el día a día, los paseos, conversaciones, la comprensión.
Nos hemos vuelto consumistas, materialistas, no soportamos un momento de dolor, no soportamos tener que hacer nada por nadie, y mucho menos demostrar que alguien nos importa, no!! eso es impensable, no se puede demostrar los sentimientos abiertamente, nadie lo merece!!…
Es complicado llegar a tener felicidad, si no sabes ver el significado de de la pérdida y no sabes luchar por lo que quieres en la vida, sabiendo que hay momentos duros, aceptalos y aprende de ellos.
Es tan desmotivante ver que pasan los días, los años, los meses y la gente sacrifica tan poco por los demás, los valores de la felicidad creo que han cambiado… ¿Mi problema? Que sigo teniendo los mismos que antes, solo necesito una mirada, un ¿como estas?, un me apetece un café contigo… Que simplezas y que complicado es…

Supongo que cada vez se mejor decir ADIOS, pero como añoro un BIENVENIDO!!

2 comentarios en “Aprendiendo a decir adiós, sin quererlo…”

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.